Una pieza clave en la celebración de una boda es el reportaje fotográfico. Este es un detalle que debemos tener previsto durante la organización del evento. No podemos dejarlo a última hora. En ocasiones es complicado dar con el profesional adecuado. Compartimos contigo 6 claves que esperamos que te ayuden a seleccionarlo con éxito.
Yo tengo que decir que para mi boda tuve mucha suerte. Desde el momento en el que decidí casarme, ya sabía quién iba a ser la fotógrafa de mi boda.
Nuria y Toni eran amigos de la pandilla. Ella era fotógrafa. Decidió especializarse en bodas, bautizos y comuniones cuando se estableció por cuenta propia. Toni es ilustrador, pero en las bodas acudía a echarle una mano a Nuria.
Eran los artistas del grupo. Se conocieron estudiando Bellas Artes. Tenían los mismos gustos que mi mujer y yo. Iban con nosotros a los conciertos y coincidíamos los sábados por la noche en los garitos del casco viejo donde pinchaban música de los Rolling Stones, los Doors y Janis Joplin.
Durante la carrera, recuerdo que Nuria acudía a los conciertos que se organizaban en las salas y pubs de la ciudad. Hacía fotos artísticas en blanco y negro de los músicos. Eran muy buenas, perfectamente podrían haber salido en los reportajes de cualquier revista musical. Yo seguía su trabajo. Y ella sabía cuáles eran las fotos que más me gustaban.
No hubo que hablar mucho para preparar las fotos de la boda. Nos conocían bastante bien y conocían nuestra historia. Tanto es así que hubo una conexión mágica que se reflejó en el álbum de fotos. Recuerdo una foto en especial, mi preferida, en la que mi mujer y yo caminábamos por la playa desierta, con el viento de octubre golpeándonos la cara y levantando el vestido de novia. Parecía una imagen de un anuncio de Martini.
Desde luego, lo sé por familiares y compañeros de trabajo que se han casado, todos no tuvieron la misma suerte que tuvimos nosotros con la fotógrafa. Por eso, te presento 6 criterios o consejos para seleccionar al fotógrafo de tu boda.
Define el estilo.
El blog de la escuela de hostelería ESAH dice que el paso previo es elegir el estilo del reportaje de bodas que queremos. Es una decisión que deben tomar, de común acuerdo, los novios, antes de ponerse a buscar un fotógrafo.
El reportaje puede ser documental, artístico, desenfadado, serio, tradicional. Es algo que deben hablarlo con tranquilidad y desmenuzar todos los detalles que puedan. La idea de reportaje que tengan en la cabeza es lo que va a guiar la búsqueda del fotógrafo y el criterio que va a determinar, en gran medida, la contratación del profesional en cuestión.
Esta decisión allana mucho la búsqueda. La pareja acude a los estudios fotográficos con una idea previa, no tienen que estar a expensas de lo que les proponga el fotógrafo. Saben de antemano el reportaje que quieren. Ellos mandan sobre el proceso.
Algo, que sin duda, contribuirá a que el resultado final sea satisfactorio.
Investigar entre varios candidatos.
Una vez decidido el tipo de reportaje que se desea, comienza la búsqueda del fotógrafo adecuado. Aquel que puede materializar la idea que los novios tienen en la cabeza.
No es aconsejable quedarse con el primero que encontremos. Lo mejor es seleccionar un ramillete de varios, que por su trabajo se adapta al gusto de los novios, para al final decantarse por uno de ellos.
En la actualidad, la gran mayoría de los fotógrafos de boda tienen página web. En ella cuelgan un porfolio de sus mejores trabajos. Este detalle nos facilita bastante la preselección.
En la medida de lo posible hay que intentar ver los reportajes completos. Esto nos dará una idea más exacta de cómo trabaja el fotógrafo. Si por lo que fuera, no tiene los reportajes colgados en su web, siempre podemos pedirle el favor de que nos envíe uno por correo electrónico. Generalmente, no tienen ningún problema en hacerlo. A ellos les interesa recoger pedidos.
En este paso aún estamos en la fase preliminar. No hay que ir a visitar al fotógrafo. Lo que le interesa a los novios es recibir el máximo de propuestas posibles para elegir con mayor libertad.
Reduce la lista de candidatos y conócelos.
Una vez hemos estudiado el trabajo de varios fotógrafos, llega el momento de elegir los 3 o 4 que más nos gusten y concertar una entrevista con ellos.
Aquí, cara a cara, les presentaremos nuestra propuesta. Recogeremos sugerencias. En estas sugerencias podemos apreciar el nivel de sintonía que tenemos con él.
Esta visita es un momento ideal para conocer más en profundidad su trabajo, si lo consideramos oportuno. También es la ocasión para hacer todas las preguntas que tengamos en mente, para disipar posibles dudas. Los novios necesitan saber cómo trabaja el profesional. Si acude solo a la boda o con más gente. En qué fecha puede tener listo el reportaje, en qué formato lo entrega, qué precio tienen las copias impresas y en qué tamaño las revela. Debemos, además, pedirle un presupuesto.
Con la información recogida de la visita de los 3 o 4 candidatos, la pareja debe volver a reunirse para seleccionar al fotógrafo definitivo.
La comunicación es indispensable.
La siguiente visita al fotógrafo es para comunicarle que lo vamos a contratar. En esta segunda visita hay que recordarle el día y la hora de la boda. Nos debe explicar cómo va a trabajar. A qué hora va a acudir a la casa de los novios. Si esa parte del reportaje en la que los novios aparecen solos, se va a fotografiar el mismo día de la boda y en qué momento.
En muchas bodas se coge un par de horas entre la ceremonia y el banquete para desplazarse a una ubicación seleccionada, como puede ser un parque o un espacio natural, para hacer estas fotos más privadas.
Se ha puesto de moda, entre muchos fotógrafos, hacer una sesión preboda y/o postboda, unos días antes del enlace o después de llegar de la luna de miel, donde los novios se encuentran más relajados y pueden ofrecer una visión diferente.
Todos estos son detalles que los novios deben conocer y tener en cuenta. El día de la boda es una jornada bastante ajetreada y los novios no pueden estar pendientes de todo.
Por otro lado, el fotógrafo debe profundizar en la relación de los novios. Saber cómo se conocieron, cuáles son sus gustos, sus aspiraciones como pareja, cómo son sus familias.
Puede ser que todos estos aspectos no se zanjen en una sola visita, por lo que la comunicación entre el fotógrafo y los novios deberá ser fluida a partir de ese momento.
El reportaje debe contar una historia.
Dicen Alba y Juanfran, fotógrafa y camarógrafo de Misma Órbita, un estudio de fotografía y video de Alicante, que cubren enlaces nupciales con una sensibilidad muy especial, que un reportaje de bodas debe contar una historia. La historia de amor de los novios.
El día de la boda es una fecha extraordinaria, un punto culmen, pero no deja de ser parte de una historia más amplia. Una historia que tiene un pasado precioso y que abre una nueva etapa cargada de ilusiones. Un día repleto de emociones intensas donde desembocan toda una serie de vivencias que le precedieron e hicieron posible ese momento tan mágico.
Esa historia tan particular, puesto que ninguna historia de amor es igual, debe quedar reflejada en las fotografías. En la habilidad del fotógrafo de ser capaz de captar las emociones a través de los detalles.
Cuando pasado el tiempo, la pareja vuelve a mirar las fotos de su boda, no solo ven ese día, sino que a su cabeza llega un aluvión de recuerdos que han marcado su vida en común.
Cuestiones prácticas.
Por último, la revista Hola señala que no hay que desestimar los aspectos prácticos y legales. El contrato, un posible seguro de responsabilidad civil, etc.
Es importante partir de este orden. Primero está el reportaje que los novios quieren para su boda y la comunicación y entendimiento que tengan con el fotógrafo para hacerlo factible. Sin embargo, esto no puede hacer que nos olvidemos de los aspectos contractuales. Es lo que nos va a dar una garantía de que el trabajo se va a realizar tal y como se espera.
Todos los acuerdos concretos que la pareja ha establecido con el fotógrafo deben aparecer recogidos en el contrato: Cuando se entregan las fotos, el formato de las mismas, el método y plazos de pago, etc.
Es interesante exigir que el estudio fotográfico tenga suscrito un seguro de responsabilidad civil frente a daños accidentales que pudiera ocasionar a terceros. Su actividad es bastante segura, son profesionales, pero en el caso en que se produjeran, si no hay un seguro de por medio, podrían terminar costeándolo los novios.
También es recomendable tener previsto un plan B frente a imprevistos. ¿Qué sucede si unos días antes de la boda el fotógrafo cae enfermo? ¿Tiene un profesional que lo sustituya?
Nada pude quedar al azar cuando estamos preparando la boda.



