Si durante la crisis tuvimos que adoptar a una prima nueva, la prima de riesgo, sin saber quién era y que significaba, actualmente tenemos que manejar muchos términos relacionados con el Marketing, que no sabemos de dónde han salido, ni mucho menos qué significan. Aunque he de mencionar que puede que no sepamos que significa un término, aunque apliquemos perfectamente la técnica de Marketing a la que se refiere.
Internet ha revolucionado el mundo del Marketing, hasta el punto que las estrategias de Marketing pasan por estar divididas para el comercio habitual y el comercio electrónico, complementándose ambas para obtener el máximo beneficio. El fin es claro, conseguir que las empresas sean lo más competitivas posibles, tanto en el mundo físico como en el mundo online.
Pero hay una cosa en común que tienen ambos mundos, y es que los consumidores acuden a las tiendas y páginas web para comprar productos en los que están interesados, y no al revés. Esto se debe a dos motivos, en primer lugar, porque las estrategias de marketing que se suelen utilizar están desfasadas; y en segundo lugar porque ir a convencer al cliente sin que esté interesado puede resultar algo agresivo de cara al consumidor.
Y aquí es donde entra el inbound marketing, una disciplina del marketing que intenta establecer vínculos con el cliente que no busca directamente el contenido a publicitar, usando contenidos en forma de fotos, videos, historias y demás elementos de la comunicación, que se distribuyen a través de canales como las redes sociales. Esta estrategia se ha vuelto fundamental hoy en día, ya que permite darse a conocer en la red, obteniendo muchas posibilidades de crecer en el mercado.
La clave del éxito
El artículo de hoy va dirigido a apuntar unos consejos para realizar el Inbound marketing, ya que al ser una técnica novedosa, merece la pena alumbrar el contenido para conocerlo. Para obtener éxito se necesita experiencia, y aunque ésta solo se consigue con el trabajo, existen pequeños atajos que os mostramos a continuación.
Para comenzar diremos que existen cuatro fases en el inbound marketing: atraer, convertir cerrar y impactar. Y para ello hay que tener una buena estrategia de SEO y SEM para poder captar la atención de los clientes en el momento de la búsqueda. Para conseguir ventas, el primer paso es atraer.
Después de atraer, es necesario convencer, y esto se realiza mediante contenido. Pero hay mucho contenido en la web, y hay que saber elegir qué contenido es el adecuado para nuestro negocio, y cómo se ha de presentar. A veces un video no es tan importante como una buena descripción escrita o fotográfica.
También hay que considerar que una buena estrategia se realiza teniendo en cuenta los datos que existen, que se obtienen a través de medios como Google Analytics. Conociendo estos datos se pueden hacer estrategias de inbound marketing a medida, ya que no todas las estrategias sirven para todos los negocios.
Pongamos un ejemplo de esto, una estrategia dirigida a una tienda de móviles no sería aplicable a la de una web dirigida a la de un mayorista de ropa infantil como puede ser Reprepol. Esta empresa pone a disposición su experiencia como mayorista para ayudar a montar tiendas de ropa infantil. Si las estrategias fueran aplicables, una web en la que se busca crear una franquicia, debería de ofrecer ofertas genéricas, cuando en realidad estas tendrían que ser personalizadas para cada situación.
Para finalizar, debemos utilizar todos los medios tecnológicos a nuestra disposición para automatizar procesos y ahorrar costes. Esto se consigue mediante software dedicado a realizar campañas y a medir los datos. Además debemos de usar programas para enviar contenido que se pueda compartir en redes sociales.
Por último, tenemos que desarrollar un posicionamiento natural SEO que nos permite estar en los primeros puestos en los buscadores. Esto se consigue mediante una buena optimización de la web, por lo que será necesario contar con expertos en posicionamiento web. La combinación de un contenido de calidad con un posicionamiento de calidad nos permitirá tener un mayor impacto en el cliente, fomentando un vínculo emocional debido a la confianza que hay en la relación.