Ha llegado una nueva era para los arquitectos. Nadie puede dar la espalda a las nuevas tecnologías. Pues renegar de ellas, pero finalmente acabarás cayendo. Seguramente que este artículo lo estés leyendo con tu teléfono móvil, ¿verdad? Pues ya has caído en las redes, nunca mejor dicho.
En las últimas décadas, el mundo ha sufrido un cambio tremendo. Una revolución como la que pudo suponer en su día el descubrimiento del fuego, la rueda o la imprenta. Pues bien, el sector de la arquitectura no es ajeno a ello y ha vivido una transformación radical impulsada por la irrupción de las nuevas tecnologías. Está claro que vivimos una época que hay que subirse al carro o te quedas sin viaje, con lo que eso supone.
Es cierto, que lo que antes era un oficio manual, todos recordamos a esos arquitectos que hacían croquis a mano alzada, con las maquetas físicas y los planos trazados con reglas y escuadras en una gigante mesa de madera, hoy se ha convertido en un proceso altamente digitalizado. Aquí estamos hablando del diseño asistido por ordenador, de la inteligencia artificial y la fabricación digital. Estas nuevas herramientas son las que están marcando el camino.
El proceso ha sido muy rápido, hasta el punto de que ya existen centro de formación especializado en arquitectura y diseño. Hablamos con la empresa Control Mad, que son los encargados de desarrollar proyectos técnicos gracias a las herramientas de fabricación digital como este curso rhinoceros online.
“Tenemos un sistema de producción digital dotado con tecnología CNC (Control Numérico por Computador) que permite producir elementos arquitectónicos (interiores y exteriores), mobiliario, maquetas… directamente desde el diseño de ordenador, independientemente de su complejidad”, nos explican.
Su idea es que los alumnos no solo adquieran conocimientos teóricos, sino que también los apliquen en proyectos reales, y es que está claro que en este sector, como pasa en la vida, es evolucionar o morir.
Del CAD al BIM
El primer gran cambio llegó con los programas de diseño asistido por computadora (CAD), que permitieron a los arquitectos crear planos con mayor precisión y rapidez. Sin embargo, la verdadera revolución llegó con el BIM (Building Information Modeling), una metodología que no solo permite diseñar en 3D, sino que integra información estructural, energética, económica y temporal en un solo modelo digital.
Ahora, con BIM, los proyectos se vuelven mucho más colaborativos. Es común que diferentes profesiones como son las de ingenieros, arquitectos, interioristas y constructores puedan trabajar al mismo tiempo sobre un mismo archivo. Esto es maravilloso porque así se pueden reducir errores y mejorar la producción.
Por ejemplo, estudios muy conocidos de arquitectura utilizan ya la impresión 3D para generar formas complejas que serían imposibles, en este caso porque suelen ser muy caras, de lograr por métodos tradicionales. Aquí hay países que como China y Emiratos Árabes se han puesto las pilas (y bien puestas) y ya están construyendo edificios completos con impresoras 3D a escala industrial, si puedes echar un vistazo por Internet vas a flipar. Algo que puede sonar a ciencia ficción pero que ya está ocurriendo, no sabemos cuánto tiempo tardará para que llegue a la vieja Europa, y por ende, a España.
Inteligencia artificial
Ahora bien, hablar de nuevas tecnologías es hacerlo de Inteligencia Artificial, para bien y par mal. Los famosos algoritmos y herramientas de IA están empezando a ser protagonistas en el diseño arquitectónico. Ya hay algunas plataformas que permiten desarrollar arquitectura generativa, donde el diseñador establece parámetros y el software propone cientos de soluciones posibles.
Esto está claro que ahorra tiempo, pero también abre la puerta a diseños más sostenibles, adaptativos y optimizados para las condiciones del entorno.
¿Una profesión en peligro?
Es la gran pregunta que nos hacemos, pero no solo nosotros, también se la hacen para otras profesionales. Aunque son muchos los que temen que las máquinas reemplacen al arquitecto, lo cierto es que estas tecnologías no eliminan el papel del diseñador, sino que lo transforman. Es como todo en esta vida, hay que saberse amoldar a los nuevos tiempos. Hay aspectos como, por ejemplo, la creatividad o la sensibilidad espacial siguen siendo insustituibles, como escuché el otro día a un experto, lo que cambia es la herramienta para hacer arte, pero no el arte. ¿Qué te parece?
De esta manera, hemos visto cómo la arquitectura del siglo XXI ya no se concibe sin la tecnología. Esto es así. Las nuevas generaciones de arquitectos no solo deben saber diseñar, sino también programar, entender procesos de fabricación digital y trabajar de forma colaborativa para poder llegar a conseguir metas y batir desafíos.
