Para cualquier aficionado al deporte supondrĆa un completo shock si al encender la tele viera que su equipo de futbol favorito no tiene ningĆŗn patrocinador en la camiseta. TambiĆ©n serĆa sorprendente si los deportistas no llevaran marcas de deporte famosas en sus camisetas, con el logo tan grande. Y a muchos, entre ellos un servidor, se quedarĆa patidifuso si viese que su escuderĆa favorita de Fórmula 1 no tiene ningĆŗn patrocinador en el coche.
Por suerte nos evitamos estos vahĆdos ya que tanto los equipos de fĆŗtbol, como los deportistas de alto nivel, como las escuderĆas de Fórmula 1 necesitan patrocinadores para poder llevar a cabo sus proyectos deportivos. Hoy vamos a hablar de cómo se correlacionan el marketing y el deporte.
Para ello voy a unir dos de mis aficiones favoritas, el fútbol y la Fórmula 1. Estos deportes son seguidos por millones de personas, concretamente el fútbol es el deporte mÔs visto en Europa, y en el caso de la Fórmula 1 es la cumbre donde todo piloto de monoplazas quiere llegar a correr, y dónde mÔs cuesta conseguir un asiento.
Los deportistas necesitan patrocinadores para poder costear las largas temporadas deportivas. Un claro ejemplo es la inclusión de los patrocinadores en los equipos y escuderĆas. Por ejemplo, hasta 1973 los jugadores de fĆŗtbol jugaban sin ningĆŗn patrocinador en la camiseta, y curiosamente fue el licor JƤgermeister, que ahora estĆ” de moda, el que apareció por primera vez en la camiseta del equipo Eintracht Braunschweig.
En el caso de la Fórmula 1 es diferente, ya en los aƱos 20 la escuderĆa Ferrari y Shell colaboraban juntos. Pero no fue hasta la dĆ©cada de los sesenta cuando los vehĆculos empezaron a llenarse de vinilos de empresas. El caso mĆ”s famoso es el de la escuderĆa McLaren, que cambió su color naranja por el blanco y rojo de Marlboro por una gran suma de dinero. Y mĆ”s recientemente la escuderĆa Force India ha cambiado sus del colores blanco, negro y naranja, al rosa, debido a la entrada de un nuevo patrocinador que ha llegado con una gran suma de dinero bajo el brazo.
El equipamiento deportivo y los jugadores
Volviendo al fĆŗtbol, se me hace raro mirar la vista hacia atrĆ”s para intentar buscar anuncios memorables en los que no hubiera jugadores de fĆŗtbol. Cómo no recordar aquel anuncio de televisión en el que los galĆ”cticos del Real Madrid jugaban hasta que prĆ”cticamente hundĆan el barco⦠inolvidable.
Las marcas deportivas acudieron a patrocinar no solo a equipos de fĆŗtbol, sino a jugadores individuales, cuando se dieron cuenta de las miradas que atraĆan los jugadores. Que para muchos niƱos son sus hĆ©roes, y para otros adultos son la alegrĆa de la huerta por marcar ese gol en el Ćŗltimo minuto.
Pues bien es a partir de los ochenta cuando el fútbol empieza a recoger beneficios mÔs allÔ de los ingresos derivados de las entradas y los fichajes. Actualmente cualquier equipo de futbol, asà como cualquier jugador, aprovecha cualquier oferta para promocionarse, ya que el renombre es importante. Y como siempre, aparecer en los carteles da mucho caché.
Un ejemplo de esto pasa con las botas de fĆŗtbol, yo las colecciono porque me encanta ver su evolución y tener diferentes sensaciones a la hora de jugar al fĆŗtbol. Yo compro mucho en la tienda Marianās Sport, ya que estĆ”n especializados en la venta de botas de fĆŗtbol, y tienen todos los complementos necesarios que necesito para jugar.
A lo largo del tiempo, me he dado cuenta de que hay botas que son patrocinadas por jugadores de fútbol muy famosos, que tienen un precio elevado debido al patrocinio. Y incluso en ocasiones estas botas tienen un rendimiento peor que otras que son mÔs baratas y no estÔn patrocinadas.
Para finalizar quiero destacar la unión inseparable entre deporte y marketing, a lo largo del artĆculo he desarrollado implĆcitamente la idea de que, tanto los deportistas individuales, como los equipos necesitan de los patrocinadores. Y esto es porque ambos necesitan darse a conocer, y un logo en un coche que ven millones de personas genera una publicidad importante que se puede traducir en grandes ingresos.